UN ENTRENO PARA LA POSTERIDAD: SUBIDA A LAS PLANAS DE MARIA
Presente y pasado se dieron cita el pasado sábado 7 de noviembre, para afrontar un entreno, propio de este mes, en el que pueden realizarse actividades diferentes al propio atletismo pero que permiten seguir mejorando el orgánico general, a la vez que trabajar otros grupos musculares que se descuidan en la carrera a pie. El siempre entusiasta, y cada vez más sabio Teo, había planificado la subida en BTT a la Plana de Maria de Huerva. Una jornada que permite, tras el calentamiento hasta María, un esfuerzo similar a un cross en la subida, para, tras un breve descanso en el que se comenta la ascensión, relajarse en el descenso y volver “soltando” hasta Zaragoza. El ya consolidado Alvaro, un debutante Guillermo, el propio Teo y el histórico Diego se dieron cita a mediodía en la Fuente de la Junquera para acometer la siempre excitante y temida “subida a la Plana”.
Una vez congregados todos en la citada Fuente, el fresco y nuboso día, con amenazante lluvia, nos hacía mirar más al cielo que a nuestras simples bicis y poco apropiadas indumentarias. Nada que ver con las actuales máquinas y atuendos que en los usuales bicicleteros se pueden observar. Y como muestra sólo unos apuntes, sólo uno llevaba botellín de agua, y sólo otro casco, nadie con fijaciones en los pedales, ni buen material en los cambios, y por supuesto ni malliots ni culottes. Y el cielo seguía amenanzante…
El inicial paso por debajo del cuarto cinturón fue providencial. La lluvia hizó acto de presencia, así que aguardamos protegidos en el túnel a la espera de ver su evolución. De mantenerse aquella, hubiéramos decido dejarlo para otro día, pero un viento que paró la lluvia y la vista hacia nuestro destino más o menos despejada nos empujó con determinación hacia nuestro destino.
El camino hacia María, gracias al boom inmobiliario que ha llenado de viviendas el trayecto, es ahora asfaltado. Atrás quedan aquellos tiempos de un incómodo camino que maltrataba al ciclista y que detenía a las hordas de aficionados ciclistas con quienes nos íbamos cruzando en su regreso a casa. Teo lideraba el grupo, especialmente en los llanos puesto que Alvaro en cualquier pequeño repunte hacía ver su mejor condición física. Guillermo se mantenía en un discreto último lugar, no sabedor de lo que se iba a encontrar y Diego trataba de quemar lo menos posible, conocedor de las necesarias fuerzas que son necesarias en la subida. Y cielo gris parecía dar tregua, sin embargo en todos se iba aceptando que el mojado suelo y la suave lluvia comenzaban a marcar un día que a la postre podía ser épico.
Y llegamos a María y poco después al pie de la subida. Suave lluvia, temperatura cada vez más fría y por supuesto parada. Ultimos consejos de Teo al novel Guillermo, fuera cabezal y “meadica del miedo” para Alvaro. Comentarios sobre que crono se hizó la última vez, records personales, desarrollos más adecuados y ¡crono en marcha!. ¡Comienza la subida!
Ya desde del inicio Alvaro se destaca, Teo comanda el segundo grupo con Guillermo, Diego no se ve capaz de seguir el ritmo y se descuelga antes de cubrir el primer kilómetro. Durante la subida el calor corporal sube y la sudoración se va haciendo dueña de la situación, la pertinaz lluvia se mantiene pero ya no importa. Son cinco kilómetros, comienzo duro, con restos de asfalto hasta el km 1,5, que obligan a utilizar desarrollos fáciles de mover. Una vez completado este tramo las diferencias son ya notables, Alvaro lucha por su crono, Teo y Guillermo mantienen un bonito duelo mientras Diego trata de ser capaz de no echar pie a tierra. El segundo tramo es un falso llano, sin embargo la dureza del primer tramo hace que se “vea” como una continuación de la subida. El camino es todo de tierra y en ocasiones esta “frena” en demasía la bici obligando a un esfuerzo extra. Los últimos 2 km son duros, la aridez inicial da paso a un bosque de pinos en la ladera derecha, la otra ladera sigue recordándote que vives y eres parte de la dura estepa. Las horquillas se van sucediendo mientras ganas altura y ya en el último km los aerogeneradores se yerguen orgullos ante ti, con su continuo y periódico murmullo que no debe servirte más que como acicate mantenedor del ritmo y plegaria para que finalice pronto este voluntario sufrimiento. En la última curva un fortísimo viento te empuja hasta la meta, crees que los dioses te dan un aliento pero…
El frío en la Plana es intenso. En el momento en que llega Diego se inicia el descenso y sí, los augurios de los comienzos que han estado alertagados con el esfuerzo de la subida se manifiestan con total furia. Ese empuje final en la última curva pasa a ser una ventisca en contra. Los dioses nos castigan, la lluvia es ahora aguanieve e incluso granizo. El descenso es terrible, las manos entumecidas, los rostros se ven castigados por el aguanieve, en algunos tramos, aún en cuesta abajo, es necesario pedalear para avanzar. A la salida de cada curva la ventisca te golpea. Atrás quedo el ascenso, sólo se piensa en bajar lo antes posible y hasta la llegada a María el aguanieve no se convierte en una consistente lluvia. La jornada es épica digna de las clásicas ciclistas, esas fantásticas pruebas sin apenas órdenes de equipo, carreras de una etapa, ensombrecidas hoy por las mediáticas grandes vueltas. El camino de vuelta a casa se convierte en una contrareloj, no hay tiempo para comentar nada, el agua te empapa es necesario mantener el calor y seguir sudando. Por fin llegamos a nuestro de partida. Ya no llueve.
En cuanto a los tiempos, la música del atletismo, Alvaro hace 21 minutos buen tiempo. La barrera de los 20´ debe caer en próximas ocasiones. Teo es mucho Teo y hace morder el polvo a su joven pupilo. Demuestra con 26´30´´ que los 25´ siguen a su alcance. Guillermo cumple en su bautismo con 27´15´´y Diego no logra bajar por 30´´ de la media hora.
La jornada ha merecido la pena, como decía el gran mediofondista español José Luis González, “en los entrenos duros es donde se fraguan las sensaciones que luego se rememoran durante la competición”. Sólo espero que en algún cross de esta temporada, las condiciones climatólogicas sean duras, lluvia, viento y frío, ese tridente que hará recordar a Alvaro y a Guillermo el día de hoy. En próximas ocasiones seguro mejoramos los tiempos de hoy, pero las sensaciones ya han sido fijadas. Lo de hoy queda como un entreno para la posteridad.
7 comentarios
teo -
david -
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diego -
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Lombardo -
elnoziya -