En el ya lejano mes de Enero de 1938, en medio de un gélido invierno, de esos de verdad que dicen los mayores, las tropas republicanas entraban en un Teruel devastado tras casi un mes de operaciones. Apenas tres semanas después deberían retirarse tras la contraofensiva de los sublevados, en un incierto preludio de derrota que empezaba a asomar en el contexto general de la Guerra Civil Española para la República. Hoy, Enero de setenta y dos años después, tan sólo permanece el frío, muy atenuado por aquello del cambio climático. La muerte y la mediocridad infinita de algunos se ha sustituido por una matinal de campo a través donde unos cuantos hombres y mujeres de verde, pero no de camuflaje, han escrito un punto y aparte porque, imagina el que esto escribe, sólo cuando las cosas vayan mal, cuando nos retiremos de nuestro particular Teruel con olor a Parnaso que hemos fraguado hoy entre todos, cuando apriete el fuego enemigo, volveremos a buscar con el recuerdo aquel 31 de Enero y valoraremos en su justa correspondencia lo que hoy hemos logrado.
Parece un bonito ejercicio de autocontemplación lo dicho hasta el momento. Tal vez lo sea. Sin embargo, esta noche tenemos derecho a relamernos un poquito y disfrutar del reinado, tanto masculino como femenino, en el cross corto de un club, nunca nos olvidemos, de amigos, tanto por carácter como por estructura. Las imágenes de esta mañana merecen un resumen. En primer lugar, el regional de cross corto, como favoritos, buscando la suerte definitiva que nos indicara lo más alto del podium. Así, guión previsto: Alberto Sábado como líder, cuarto y primero del equipo, tras una semana difícil, sabía sufrir; a su vera, Álvaro Lombardo corría tácticamente junto con Hicham Lamalem, séptimo, baluarte de responsabilidad con su equipo; cerraba Agustín Moreno, implacable con sus propios males, a los que supo domeñar cuando más lo necesitaban tanto él como sus compañeros. Se ratificaba que el cuarto hombre es el que define un buen equipo de cross. Quinto y sexto del equipo Juan Pablo Rey, haciendo honor a su apellido y cerca del cuarto hombre en caso de un desfallecimiento, y Diego Gracia, cinta en ristre, preparado para el asalto a Haro en tres semanas.
Minutos después, las chicas emulaban lo visto anteriormente y también se proclamaban campeonas de Aragón de Cross corto, pese a las dificultades que habían jalonado su viaje hacia tierras turolenses (averías, olvidos de personas e incluso un atropello sin consecuencias). La unión y la regularidad son básicas en una competición de estas características, ya que de poco vale tener miembros muy destacados si el grueso de la formación no acompaña. Esta máxima se aplicaron Mamen Peña, Olga Rabadán y María Llorens para entrar segunda, tercera y cuarta respectivamente, derrotando a Zoiti. Amaya Aznar y María García daban el do de pecho para cerrar un equipo, un capítulo y una auténtico cúmulo de sensaciones. Que si, que en media hora éramos campeones de Aragón tanto femeninos como masculinos en cross corto. Deseo cumplido.
Quedaban las modalidades de cross largo en ambos sexos. Sólo en la masculina presentábamos equipo con Jero Cuervo, Diego Herrero, Juan Carlos Graus, David Galán y Ricardo Martí. Fueron finalmente sextos, con pundonor y casta, con ganas y un lote para sobrevivir entre tanto galgo presente en la prueba. Estuvieron, como siempre, a la altura de las circunstancias, por lo que los elogios siempre tenderán a ser escasos. Ganó Cajalón Condor Calatayud, un bloque solidísimo, al hoy mermado pero siempre competitivo Hinaco Monzón. Por detrás, empataban Running Zaragoza y La Salle Teruel en esta última plaza para acudir al nacional de la especialidad y decidía el cuarto mejor clasificado, en este caso para los maños, así que felicidades para los compinches de nuestro amigo Trinkel. Espílez, Benarafa, Oriach, Vicente, Torralba, Garde, López, Allueva, Muro, Casas, Salvador, Supervía, Calero… una nómina de apellidos que delatan el calibre de la carrera de hoy, puro espectáculo.
A título individual, terceros puestos de Javier Rodríguez y Guillermo Sánchez, dos de los más destacados fondistas en su respectivas categorías, alevín y juvenil, que supieron arrancar un cacho de podium en el difícil feudo del parque de los Fueros. Guillermo consiguió la hazaña de colarse en un teórico pódium para los bravos turolenses que venían de hacer triplete en el cross internacional de Elgoibar hace una semana.El veterano Jero Cuervo volvió al barro para disfrute de los que apreciamos ver al todovía recordman aragonés por las carreras de la región.
Por último, un sentido homenaje a nuestro delegado Carlos Carbó y a Teodoro Ferrer y Carlos París en su condición de entrenadores, aparte de novias, padres y acompañantes varios. El esfuerzo y la alegría de hoy la compartimos todos, es decir, los que corren, los que enseñan a correr y los que animan a los primeros. Un brindis al sol por ustedes, maestros.
La Milla de las Delicias, el clásico de los septiembres, se puede entender como principio o como final de la temporada correspondiente. El calendario, que abre la veda en Noviembre, la comprende como epílogo; los atletas que apuran su forma en verano o consideran el estío como foco de su preparación, también la apuntan; otros, con resaca de las vacaciones, participan como forma de colaborar en este pequeño encuentro gran público- atletismo que se da en el asfalto. Con tantas razones y sinrazones a la vez, lo que esta claro que la Milla es inevitablemente un reencuentro con todo el mundillo atlético lleno de personas,personajes y sensaciones que preludian lo que vamos a ir descubriendo a partir de ésta cita.Una vez mas, la organización corrió a cargo de este equipo de atletismo, poniendo de largo su sobrada preparación y buen hacer en este tipo de eventos. Sin embargo, no es el momento de valorar, narra y analizar lo del sábado pasado. Es inevitable concretar esta sensación de comienzo en esos entrenamientos de los grupos, tanto de los “mayores” como de los no tan pequeños en el Parque Grande. Junto con ello, una novedad en forma de página web:
